En ASOCIDE Andalucía seguimos con las Historias de vida de la campaña “¿Cómo es vivir en la oscuridad y el silencio? Conoce la sordoceguera a través de historias de vida”.
En esta ocasión conocemos a Cristina.
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¡Hola!
Me llamo Cristina, y este es mi signo
Tengo 26 años y vivo en Sevilla.
Ahora os voy a contar mi vida.
Cuando tenía 18 meses, tuve una infección vírica: encefalitis. A partir de los 2 años empezó mi discapacidad, pero hasta los 9 años no me diagnosticaron. Padezco Neuropatía auditiva y problemas del nervio óptico.
Actualmente, vivo con mi padre, mi madre y mi hermano. Los 4 juntos.
Tengo pareja, se llama Rafa y este es su signo. Él es una persona sorda.
Muchas personas me preguntan que siento hacia mi discapacidad. Es un sentimiento un poco extraño. Cuando era pequeña no aceptaba mi discapacidad, la odiaba. Siempre quería ser como todos y todas los demás. No entendía porqué me había pasado esto a mí. Pero a poco a poco me fui dando cuenta de que la discapacidad no importa. Lo importante es que soy una persona especial. Al final, las personas de tu entorno te quieren mucho y te cuidan.
En mi época del colegio, siempre hubo cosas positivas. Nunca me he sentido rechazada por mis compañeros y compañeras. Empecé a aprender Lengua de Signos a los 10 años, cuando estaba en 5º de Educación Primaria, gracias a la mediación que me facilitó la ONCE. En Bachillerato tenía telelupa, una adaptación para ver la pizarra y para leer.
He estado toda mi vida rodeada de personas oyentes. Empecé a conocer personas sordas cuando tenía 15 o 16 años, porque un día, por casualidad, conocía la Asociación de Personas Sordas ASPAS, y a partir de ahí empecé a conocer personas sordas.
Ahora, he empezado a demás a conocer personas sordociegas gracias a mi trabajo en ASOCIDE Andalucía, soy ADECOPSC.
Siempre me he esforzado y he luchado mucho. Si algo no me gusta o no puedo hacerlo, intento buscar otra solución, una alternativa, pero nunca abandono.
Tengo muchos amigos y amigas oyentes. Algunos saben LSE y otros no. Yo siempre intento adaptarme a ellos, y ellos también se adaptan a mí.
Intento ver siempre las cosas positivas. En la vida pasan cosas malas, pero también cosas buenas. Al final, nos quedamos con todo lo que hemos aprendido. La vida continúa. Las personas que de verdad te quieren están contigo.
Os pido a todos y a todas, por favor, que disfrutéis de la vida, de las pequeñas cosas. Lo más positivo siempre es sonreír, y seguro que la vida te devuelve la sonrisa. Mirad mi tatuaje. Significa “acuérdate de vivir”.
Adiós.