Podemos diferenciar cuatro grupos dentro del colectivo de personas sordociegas que dependen de diferentes factores y que va a determinar las características de cada individuo.
Estos factores son:
-Etiología
-Tipo de pérdida
-Grado de pérdida
-Momento de aparición
-Orden de aparición
-Existencia o no de deficiencias añadidas
-Ambiente estimular…
Dependiendo de estos factores encontramos cuatro grupos:
Grupo I: Sordociegos congénitos
Dentro de este grupo están aquellas personas con sordoceguera desde el nacimiento o antes de la adquisición del lenguaje (aproximadamente hasta los dos años).
Grupo II: Sordos congénitos
Compuesto por aquellas personas con deficiencia auditiva congénita y una pérdida de visión adquirida durante el transcurso de la vida.
Grupo III: Ciegos congénitos
Encontramos en este grupo a aquellas personas con una deficiencia visual congénita y una pérdida de audición adquirida durante el transcurso de la vida.
Grupo IV: Sordociegos tardíos
Agrupa a las personas cuya sordoceguera sobreviene sin que la persona manifieste anteriormente ninguna deficiencia sensorial. Las pérdidas sensoriales pueden producirse o manifestarse simultáneamente o no, y pueden seguir una evolución similar o completamente distinta.
En la actualidad el número de personas sordociegas afiliadas por la ONCE es de 2.208 personas, aunque se estima por estadística comparativa con otros países de la Unión Europea que hay 15 personas por cada 100.000 habitantes. Según el censo, en nuestro país existen aproximadamente unas 7.000 personas con problemas visuales y auditivos. La mayoría de los casos tienen Síndrome de Usher, viviendo como personas sordas, bien porque no lo saben o porque no lo aceptan.
Si se consideran los distintos grupos se puede decir que entre un 5 y un 10 por ciento son sordociegos congénitos; un 40 por ciento sordos con ceguera adquirida; entre un 35 y un 40 por ciento ciegos con sordera adquirida, y el resto, entre un 5 y un 10 por ciento, sordociegos tardíos.